Una Salvaje Fantasia

Decidi representar una fantasia tan irresistiblemente apremiante que no quedara sitio entre mis celulas celebrales para pensar en nada más...
El se habia ofrecido montones de veces a representar mis más Salvajes Fantasias.
En este momento estaba lista.
Me recrearia en una fantasia de voluptuosa fuerza. Me encrespé el pelo largo y lacio , hasta convertirlo en una jungla de rizos y tirabuzones , me cubri el cuerpo con aceite y rayas de color oxido para los efectos de heridas, me puse un collar de diente de tigre , me enrolle a la cintura un pañuelo de seda de leopardo y otro en torno al pecho y puse una pulsera de cuerda enrollada al tobillo.


Entonces me mire al espejo, y vi a una arrebatadora , radiante y salvaje amazona.
Cuando entre en el salon , adverti que el habia preparado la escena, el suelo estaba plagado de hojas verdes y ramas y olia delicisamente a mango. Del hilo musical brotaba la 5º de Bethoven en todo su esplendor. El suelo estaba repleto de colchonetas. En un rincon , esperaba una maraña de redes y cuerdas, y en la esquina opuesta con aspecto gallardo , vestido de caqui estaba el , Mi Cazador Blanco.Me apuntó con una camara, mientras yo le miraba como un animal enfurecido.

-Conozco el significado de esa cajita , Cazador Blanco. Musite .

- No es mas que una camara, Salvaje Mujer. Sonrio él , entrando en el juego.

-No es cierto. Es una muestra de poder. Le corregí pavoneándome ante él lentamente, para que su lasciva mente pudiera registrar por completo mi fabuloso disfraz.




-Los hombres blancos roban las Almas de sus mujeres... Le dije con un guiño.
En el fondo de nuestras mentes, sabíamos que aquello sonaba como una vieja y ridicula pelicula de Tarzán. Pero no nos reíamos, estabamos metidos en ella. Aquello era una Fantasia. Control mental mediante la supresion de la incredulidad.


-Tu no me robarás el alma. !
Declaré al tiempo que cojía la cuerda , y la chasqueaba junto a él, golpeando la cámara y lanzandola al montón de redes.

Muy despacio me quité la parte superior de leopardo, mostrando mis pechos untados en aceite marron, el collar de dientes oscilando amenazadoramente entre ellos, entonces con la rapidez del leopardo , le amordacé con el pañuelo. El se debatio contra las cuerdas , pero yo aguantaba con fuerza , solo lo justo para que pudiéramos luchar rodando por las colchonetas como juguetones cachorros de leon.

- Oh, Salvaje Mujer .. ¿ Como podria satisfacer tu placer,? preguntó mi Cazador casi con timidez , mientras yo presionaba pegándole los hombros a la colchoneta, frotando mi cuerpo con el suyo arriba y abajo ...sobre el durísimo bulto de sus pantalones cortos de safari.
Me levanté de un salto y me dejé caer en la gran silla en una esquina de la habitación.



Sentia que desde alli podia comtemplar toda la jungla, mi reino , ese reino vital de instintos inconscientes , donde zumbam las libelulas, y danzan los nativos llenos de curiosos rios oscuros y de deseo, el batir de un tambor ancestral . Alla abajo en la "madriguera" yacia un hermoso Hombre Blanco , mi cazador , agitandose en mis cuerdas como una serpiente cautiva.

-Ven a mí, le ordené. Ven de rodillas hasta mi trono...

El se apresuro a reptar, hasta donde yo me sentaba. Las piernas muy abiertas...resplandeciente. Le quite la mordaza y le guié la boca hasta la trémula fuente de la Amazona que hervía entre mis muslos.

- UMhhh ...Bebe de mis secretos. Declamé.

Y el bebió obedientemente , saboreándome ...Yo era la reina de mi propio placer, solo necesitaba el minimo roce de la lengua del Hombre Blanco para correrme como la Diosa del Rio, inundando toda la jungla , haciendo que nativos y animales huyeran rugiendo y chillando de terror.





Ahora es mío tu poder. - dijo él, y arrancando los pantalones de safari , me montó en mi trono, embistiéndome como un animal , robando mi tesoro indio como un rudo conquistador.
El placer volvió a cegarnos como un trueno, gritos guturales salieron de nuestras gargantas, y caímos rendidos sobre las colchonetas.
Cerré los ojos aun flotando sobre el amazonas, en toda su Plenitud y toda su Libertad.


Amie