Me gusta así ...

Apenas ella cerró la puerta él la agarró por detrás. Le besó el cuello con rapidez e intensidad mientras ella gemía bajito... Le levantó la blusa con una urgencia poco común, le apretó los pechos con una fuerza descomunal... y ella no pudo callar el grito ahogado en su garganta. Estrechó la cabeza de él contra su cuello y llamó su nombre mil veces en silencio.
Ella hervía y humedecida ...quemaba.

Le rozó el sexo erecto moviendo los muslos al ritmo de las manos de él que le apretaban el cuerpo caliente. La giró. Le besó la boca con hambre de fiera lastimada. Ella respondió con el apetito de hembra en celo. Él dejó su boca y chupó sus pezones. Primero uno. Después otro. Acarició. Amasó. Besó. Lamió. Ella le arañaba la espalda con un sí mudo, a cada petición sin habla que él le hacía.
Ella se puso de rodillas, mientras él se sentaba en una de las dos sillas de terciopelo azul dispuestas al lado opuesto de la mesa del centro del salón. Le tiró del cabello y la hizo chupar su falo duro...pétreo de tanto deseo.


Ella obedeció con una sonrisa cómplice en los ojos... cogió el objeto de sus deseos y sorbió poco a poco... con suavidad... después con intensidad...poco a poco ... Todo.
Llenó la boca con él, sentía alternar sus estados....llegando a una ansiedad que despertaba en ambos un viento caliente y agobiante, el mismo que anuncia la locura y el pecado consentido. Lo sintió casi explotar. Se levantó, y bajó la falda delante de él...

...El le tocó el sexo... le acarició el clítoris inflamado y con un gesto brusco la obligó a sentarse en él.

- ¿ Es así como te gusta ... no?.

Ella le respondió con hambre en los labios bordeando un silencio que rebosó al instante que su mano derecha cogió su nuca y lo obligó a chuparle una vez más los pechos .Cabalgó sobre él. Sintió cada músculo de él contraerse mientras entraba en ella por completo. Ella lo follaba con el cuerpo y con el alma. El sentía hervir su sangre y arder su piel. Es increíble ... como dos seres tan lejanos están sujetos en cuerpos con sintonía tan igual. Cosas...

Movimientos rítmicos. Un ir y venir casi frenético, que se perdía en un juego de fuertes palabras lascivas ...obscenas... que sólo servían para aumentar aún más aquel momento de lujuria. Brasas lanzadas en cada palabra común en ese momento donde la escisión de la mente se enreda al desatino de la piel. Ella quería más y más... no lograba parar... no quería parar.
Las manos de el en los muslos de ella, mientras se movía debajo de aquella mujer ... deseo brutal que en segundos se hizo éxtasis.
Él vació dentro de ella calor y placer.
Ella se estremecía encima de él.
Espasmos de ansia realizada... Respiraban. Transpiraban. Callados.


Con sonrisas, besos, juegos de miradas , y un profundo abrazo ... terminaban lo que siempre comenzó así.